La
meditación es una actividad abstracta que cada persona vive de manera
particular. Para unos puede tener connotaciones religiosas o espirituales,
mientras que para otros es un método intelectual para acallar el bullicio
interno y conseguir estados más creativos o emocionalmente positivos. Pero
meditar no es otra cosa que un ejercicio intelectual. Si nos atenemos al
significado etimológico de la palabra, meditación se refiere a una práctica de
naturaleza intelectual a través del cual se potencia la atención y la
consciencia en el momento presente.
La
práctica de la meditación tiene unos efectos psíquicos y fisiológicos muy
concretos en el organismo:
Potencia
la salud mental y física
Aumenta
el cociente intelectual
Desarrolla
la inteligencia emocional y la empatía
Mejora
la memoria
Alivia
el estrés, la ansiedad y la depresión
Reduce
la presión sanguínea
Aumenta
la felicidad
En el
año 2011 tuvo lugar un importante hallazgo científico a propósito de la
meditación. Un equipo de psiquiatras liderado por el Hospital General de
Massachusetts -con Sara Lazar al frente (neurocientífica del Hospital General
de Massachussetts)- realizó el primer estudio que documentaba cómo ejercitar la
meditación podía afectar al cerebro. Según sus conclusiones, publicadas
enPsychiatry Research, la práctica de un programa de meditación de 27 minutos
diarios durante un período de ocho semanas puede provocar considerables cambios
en las regiones cerebrales relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la
empatía y el estrés. Es decir, que algo considerado espiritual por muchos,
puede transformarnos físicamente y puede mejorar nuestro bienestar y nuestra
salud.
LOS
INVESTIGADORES ENCONTRARON QUE AL MEDITAR POR 27 MINUTOS…
Hubo un
aumento en la densidad de materia gris en el hipocampo, conocido por ser
importante para el aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la
autoconciencia, la compasión y la introspección (analizarse a uno mismo).
Reducciones
informada por los participante en el estrés también se correlacionaron con una menor
densidad de materia gris en la amígdala, que se sabe que juega un papel
importante en la ansiedad y el estrés.
Además:
Aunque
ningún cambio fue visto en una estructura asociada a la auto-conciencia llamada
la ínsula, que había sido identificado en estudios anteriores, los autores
sugieren que la práctica de la meditación a largo plazo podría ser necesaria
para producir cambios en esa área.
Meditar
no solo reduce el estrés o relaja, meditar cambia, literalmente, tu cerebro.
Según
informa el Diario ABC, para realizar el estudio, los científicos
tomaronimágenes por resonancia magnética de la estructura cerebral de 16
voluntarios dos semanas antes y después de realizar un curso de meditación de
ocho semanas, un programa para reducir el estrés coordinado por la Universidad
de Massachusetts. Además de las reuniones semanales, que incluían la práctica
de la meditación consciente, que se centra en la conciencia sin prejuicios de
sensaciones y sentimientos, los voluntarios recibieron unas grabaciones de
audio para seguir con sus cavilaciones en casa.
Con la
práctica de la meditación 26 minutos al día durante 8 semanas las áreas de
materia gris relacionadas con la memoria, la empatía y el estrés se transforman
de forma considerable.
El
análisis de las imágenes por resonancia magnética encontró un incremento de la
densidad de materia gris en el hipocampo, una zona del cerebro importante para
el aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la autoconciencia, la
compasión y la introspección. Además, se descubrió una disminución de la
materia gris en la amígdala cerebral, un conjunto de núcleos de neuronas
localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales, lo que está
relacionado con una disminución el estrés. Ninguno de estos cambios fueron
observados en el grupo de control formado por otros voluntarios, lo que
demuestra que no fueron resultado solo del paso del tiempo.
Otro
estudio más reciente (febrero de 2015), apunta en la misma dirección. Elestudio
realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles
(UCLA, Estados Unidos) ha descubierto que la meditación parece ayudar a
preservar la materia gris del cerebro, el tejido que contiene las neuronas.
Las
áreas del cerebro afectadas por el envejecimiento (en rojo) son menos extensas
en las personas que meditan (las de la fila inferior). Imagen: Eileen Luders.
Fuente: UCLA.
Las
áreas del cerebro afectadas por el envejecimiento (en rojo) son menos extensas
en las personas que meditan (las de la fila inferior). Imagen: Eileen Luders.
Fuente: UCLA.
Los
científicos estudiaron específicamente la relación entre la edad y la materia gris.
Compararon 50 personas que habían meditado durante años con 50 que no lo habían
hecho. Las personas de ambos grupos mostraban pérdida de materia gris a medida
que envejecían. Pero entre los que meditaban, el volumen de materia gris no
disminuía tanto como entre los que no lo hacían. El artículo aparece en la
última edición en línea de la revista Frontiers in Psychology.
Sara
Lazar, neurocientífica del Hospital General de Massachussetts y de la Facultad
de Medicina de Harvard, ha sido la primera persona en realizar un estudio sobre
los beneficios de la práctica de la meditación, e incluso ella se sorprendió de
los resultados. Meditar no solo reduce el estrés o relaja, meditar cambia,
literalmente, tu cerebro.
8 SEMANAS DE MEDITACIÓN
BASTAN PARA CAMBIAR EL CEREBRO
Las
áreas de materia gris relacionadas con la memoria, la empatía y el estrés se
transforman de forma considerable
La
meditación puede provocar cambios considerables en las estructuras del cerebro.
No lo dice un grupo «new age», ni unos amantes de la pseudociencia o de la
falsa espiritualidad, sino un equipo de psiquiatras liderado por el Hospital
General de Massachusetts, que ha realizado el primer estudio que documenta cómo
ejercitar la meditación puede afectar al cerebro.
Según
sus conclusiones, publicadas en Psychiatry Research, la práctica de un
programa de meditación durante ocho
semanas puede provocar considerables cambios en las regiones cerebrales
relacionadas con la memoria, la autoconciencia, la empatía y el estrés. Es
decir, que algo considerado espiritual, nos transforma físicamente y puede
mejorar nuestro bienestar y nuestra salud.
"Aunque
la práctica de la meditación está asociada a una sensación de tranquilidad y
relajación física, los médicos han afirmado durante mucho tiempo que la
meditación también proporciona beneficios cognitivos y psicológicos que
persisten durante todo el día", explica la psiquiatra Sara Lazar, autora
principal del estudio.
"La
nueva investigación demuestra que los cambios en la estructura del cerebro
pueden estar detrás de esos beneficios demostrados, y que la gente no se siente
mejor solo porque se han relajado", apunta.
Lazar
ya había realizado estudios previos en los que había encontrado diferencias
estructurales entre los cerebros de los profesionales de la meditación, con
experiencia en este tipo de prácticas, y los individuos sin antecedentes, como,
por ejemplo, un mayor grosor de la corteza cerebral en áreas asociadas con la
atención y la integración emocional. Pero entonces la investigadora no pudo
confirmar si este proceso había sido fruto de, simplemente, haber pasado unos
ratos de reflexión.
Conciencia sin prejuicios
Para el
estudio actual, los científicos tomaron imágenes por resonancia magnética de la
estructura cerebral de 16 voluntarios dos semanas antes y después de realizar
un curso de meditación de ocho semanas, un programa para reducir el estrés
coordinado por la Universidad de Massachusetts. Además de las reuniones
semanales, que incluían la práctica de la meditación consciente, que se centra
en la conciencia sin prejuicios de sensaciones y sentimientos, los voluntarios
recibieron unas grabaciones de audio para seguir con sus prácticas en casa.
Los
participantes en el grupo de meditación pasaron 27 minutos cada día practicando
estos ejercicios. Sus respuestas a un cuestionario médico señalaban mejoras
significativas en comparación con las respuestas antes del curso. El análisis
de las imágenes por resonancia magnética encontró un incremento de la densidad
de materia gris en el hipocampo, una zona del cerebro importante para el
aprendizaje y la memoria, y en estructuras asociadas a la auto conciencia, la
compasión y la introspección. Además, se descubrió una disminución de la
materia gris en la amígdala cerebral, un conjunto de núcleos de neuronas
localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales, lo que está
relacionado con una disminución el estrés. Ninguno de estos cambios fueron
observados en el grupo de control formado por otros voluntarios, lo que
demuestra que no fueron resultado solo del paso del tiempo.
"Es
fascinante ver la plasticidad del cerebro y cómo, mediante la práctica de la
meditación, podemos jugar un papel
activo en el cambio del cerebro y puede aumentar nuestro bienestar y calidad de
vida", dice Britta Hölzel, autora principal del estudio.
El
hallazgo abre las puertas a nuevas terapias para pacientes que sufren problemas
graves de estrés, como los que soportan un agudo estrés post-traumático tras
una mala experiencia.
Fuente:
laguiaholística.com.ar