lunes, 4 de abril de 2016

¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!


Cuando trabajaba con gente pobre en Nueva York, siempre me maravillaba la gratitud que veía en el corazón de tantas personas que tenían tan poco en un sentido material. ¿Qué agradecían? Se sentían agradecidas por estar vivas, porque había comida en la mesa, por disfrutar del sol de un día hermoso, por tener buena salud, amigos y familia, y porque podían aportar algo a su comunidad.

Al mismo tiempo, me sorprendía la falta de gratitud en el corazón de muchas personas que tenían tanto en un sentido material. Si me preguntaran cuál de estos dos grupos de gente era más feliz, sin vacilar diría que esas personas pobres que tenían gratitud en el corazón.
Lo que quiero decir es muy sencillo:

Cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida está llena de carencias. Todo depende simplemente de dónde centremos nuestra atención.
Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente:
/No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!

Te recomiendo que escribas para ti un «Libro de la Abundancia». Cada noche, antes de acostarte, anota por lo menos cincuenta cosas maravillosas que te hayan ocurrido ese
día. «¡Vamos, Susan cincuenta cosas! ¡Si difícilmente logro encontrar tres!» Es obvio que no te has fijado en las bendiciones y bienes de tu vida. La finalidad de este ejercicio es  ayudarte a hacerlo.

 He aquí algunas de las cosas que podrías anotar;
Esta mañana arrancó el coche.
Soy capaz de caminar
Tengo alimentos para comer
 Alguien me hizo un elogio
 Hoy mis hijos no se metieron en ningún lio
 Sentí el calor del Sol en la cara
 Hablé con una de mis mejores amigas
 Las flores están comenzando a abrirse”
Tengo agua caliente para ducharme
 Estoy respirando
 Salió el Sol

Las cosas que anotes en tu Libro de la Abundancia no tienen por qué ser brillantes y sensacionales. En realidad es mejor que no lo sean. Ten siempre presente que si sólo nos  fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste, y eso desde luego no es cierto. Respirar, por ejemplo, ¿no es algo increíble, realmente extraordinario?

Al principio, encontrar esas 50 cosas que agradecer te va a llevar mucho, muchísimo tiempo. Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque te pasarás  gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir a tu Libro de la Abundancia cada noche. ¡Y las encontrarás! Los beneficios son evidentes...
Cuando empieces a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejarás de fijarte en las malas, y te sentirás jeliz, una persona afortunada.

Si logras adquirir el hábito de fijarte en la abundancia, tu vida se transformará.


Susan Jeffers.

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