miércoles, 16 de marzo de 2016

Existe una abundancia legítima para cada persona.



En una época cuando el mundo enfrenta el espectro lúgubre de la escasez, hay una gran necesidad de comprender la omnipresencia de la sustancia divina. Existe poca duda de que las personas pueden fallar y hasta pasar hambre en su experiencia de vida. Pero la gran verdad de “la realidad de la afluencia” es que existe una abundancia legítima para cada persona, la cual debemos reclamar, y que la escasez de cualquier tipo en la experiencia humana es resultado de algún tipo de  obstrucción en el libre fluir del proceso creativo.

Lao-Tsé enseñó este concepto del fluir hace más de 3000 años. Él declaró que el espíritu humano tiene su fuente en un fluir cósmico, así como los ríos tienen su fuente en alguna montaña lejana. Encontrar nuestra fuente, dijo él, es aprender el secreto del cielo y la tierra. La vida sólo te pide que fluyas con ella, que no opongas resistencia a su avance inexorable, que no te arrastres a rincones oscuros de insuficiencia ni erijas barreras. De aquí que el secreto de la prosperidad y del éxito es que éstos vienen a ti por medio de ti y no solamente a ti.

Por supuesto, esto contradice a la “sabiduría del mundo”, que pregunta: ¿Deseas ganar dinero, llevar una buena vida, lograr seguridad y obtener fama y fortuna? Puedes lograrlo “allá afuera” en el mercado. Por supuesto, pronto aprendes que muchas otras personas están buscando frenéticamente allá afuera por las mismas cosas. Hasta puedes llegar a sentir la presión de la competencia y de la visión limitada de que el éxito de otro es tu fracaso, y que la ganancia de otro es tu pérdida.

Por eso es que Emerson insiste en que debes “olvidar la sabiduría del mundo”, porque ésta trata con lo que es aparente, no con lo real. “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Jn. 7:24). Pareciera que la prosperidad es simplemente un asunto de tener dinero. Pero la Verdad es que es estar en el fluir de la sustancia.

Eric Butterworth.


No hay comentarios:

Publicar un comentario