Perdonar
a otros es esencial para la paz mental y salud radiante. Es necesario que perdones a todos los que te han hecho mal, si quieres la paz y el bienestar perfectos. Perdonarse
a sí mismo es poner tus pensamientos en armonía con la ley y orden
divinos.
Realmente
no puedes perdonarte a ti mismo si no has perdonado a los demás.
Rehusar perdonarse a sí mismo es ni más ni menos que el orgullo o ignorancia espiritual.
La medicina psicosomática de hoy, sostiene el hecho que todos los sentimientos,condenaciones,
hostilidad y remordimientos, son la causa de un prototipo mental que producen enfermedades
que van desde la artritis hasta los desórdenes cardíacos. Recalcan que estas personas
enfermas han sido maltratadas, heridas, golpeadas, injuriadas y guardan odio y
resentimientos contra sus opresores.. Esto produce sangrantes heridas en la
mente subconsciente. Hay una sola medicina que puede curar sus heridas:
Perdonar.
TÉCNICA
DEL PERDÓN
El
método expuesto a continuación es muy sencillo, obrará maravillosamente en tu
vida
cuando
lo practiques: tranquiliza tu mente, relájate y sigue adelante. Piensa en el
principio divino tantas veces citado, piensa en el amor hacia a ti mismo y afirma:
"Perdono total y libremente a Fulano de Tal (mencione el nombre del
ofensor); lo libero mental y espiritualmente. Perdono totalmente cualquier cosa
relacionada con el problema en cuestión. Soy libre y él (o ella) es libre. Es
un sentimiento maravilloso. Es mi día de olvido general, libero a todas y cada
una de las personas que me han ofendido y les deseo a todas ellas prosperidad,
felicidad, paz y todas las bendiciones de la vida. Lo hago libre, alegre y
amorosamente y cualquier cosa que yo piense de la persona o personas que me han
ofendido, diré: -La he liberado y todas las bendiciones de la vida sean con
ella. Soy libre y él será libre".
Los resultados son maravillosos. Una vez
que hayas perdonado con toda sinceridad a la persona es necesario repetir la
plegaria, este es el gran secreto del perdón. Si la persona permanece en tu
mente o la ofensa particular por ella inferida surge , elimínala
diciendo: "La paz sea contigo". Házlo así muy a menudo cuando el
pensamiento entre en su mente. Hallarás que después de pocos días el
pensamiento o experiencia retornará cada vez con menos intensidad, hasta desaparecer.
Joseph
Murphy.
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